Por Elva Vela
Que tal amigos lectores hoy quiero compartirles una reseña de la vida de una pintora mexicana muy original e impactante como sus obras, Frida Khalo.
Todo empezó cuando en mi grupo de lectura leímos el libro “Frida Khalo: Una Biografía”. Algunos pensarán que no se puede decir algo que no se sepa ya sobre nuestra famosa pintora Mexicana, pero la ilustradora y autora del libro, María Hesse nos enseña otras facetas de la vida de Frida. La autora quiso plasmar la vida cotidiana de Frida, y así dar a conocer cómo se sentía la pintora en sus momentos buenos y malos.
Al abrir el libro me encontré una dedicatoria hermosa que dice así: “a Alfonso, tú me haces mejor persona”. Esto me hizo pensar que todos tenemos a alguien que nos provoca el sentimiento de querer ser mejores humanos, así que yo le dedico esta reseña a mi grupo de lectura CREA, porque ustedes me hacen querer ser una mejor persona.
Cuando empecé a leer el libro me encantó que sus ilustraciones son caricaturas. La lectura empieza con una introducción que incluye fechas en las que sucedieron los acontecimientos que marcaron la vida de nuestra increíble pintora. Les comparto una de sus frases que a mi parecer define su arte: “ me pinto a mí misma, por que soy a quien mejor conozco”. Frida Khalo nació en 1907, aunque a ella le gustaba decir que fue en 1910, fecha que marca el inicio de la Revolución mexicana. De pequeña su vida estuvo marcada de sufrimiento ya que se dice que contrajo poliomielitis, pero en realidad sufrió de espina bífida por falta de ácido fólico. En su juventud sufrió un accidente cuando el autobús en el que iba con su amigo Alejandro Gómez Arias chocó con un tranvía en Coyoacán, México. Como ella decía “en mi vida sufrí dos accidentes, uno fue automovilístico y el otro cuando conocí a Diego Rivera”. El reconocido pintor por sus famosos murales fue sin duda el gran amor de Frida Khalo, ya que desde que lo vio supo que sería el hombre con quien se casaría. Lo que ella no sabía es que con él viviría una vida muy tormentosa ya que le fue infiel con muchas mujeres, entre ellas su hermana Cristina. Esta traición le dolió mucho a Frida. Sin embargo ella también supo expresar su sexualidad de manera libre y tuvo varios amantes de ambos sexos. Algunas personas juzgarán su vida como llena de excesos y tóxica, sin embargo yo llego a la conclusión que ella era un ser humano libre y dueña de su cuerpo a pesar de su enfermedad. Así mismo creo que vivía día a día al máximo porque sabía que mantenía una lucha constante con sus dolencias. Tenía que tomar medicamentos, usar incómodos corsets hechos de cuero y fierro, y ser enyesada por semanas a la vez para que sus espina pudiera sostenerse. Además una de sus piernas fue amputada y tuvo que usar una prótesis en la pierna izquierda. Así que damas y caballeros nadie, absolutamente nadie puede ni tiene el derecho de juzgarla, al contrario. Para mí es un ejemplo de la mujer fuerte y luchadora, digna representante de la mujer mexicana, y estoy segura que muchas personas en el mundo la ven de esta manera.
Mi grupo de lectura tiene integrantes de otras nacionalidades y quise sorprender y apapachar a mis compañeros preparándoles una receta de cocina que se encuentra en el libro y que Frida le preparaba a Diego: mole oaxaqueño. Cuando comenté mis planes otros decidieron unirse. Mi compañera Elizabeth hizo tortillas a mano, Oralia llevo el arroz, Nalleli llevo tenedores y cucharas , Efigenia ensalada, Maritza agua y servilletas, Luis trajo chocolatito caliente, Tere hizo una gelatina de postre, y alguien llevo hasta pizza. Entre risas, fotos y comida cenamos riquísimo y esa noche todas nos sentimos Fridas y a Luis lo llamamos Diego.
Más tarde para cerrar con broche de oro nuestras creadoras del grupo de lectura Lupita Romero y Paulina Concha nos dieron la sorpresa de que nos llevarían a ver la exposición de la obra y vida de nuestra fascinante pintora en el Museo de Brooklyn en Nueva York. Cuando llegó la fecha, todos estábamos emocionados por saber más sobre tan fascinante mujer.
En la entrada del museo nos esperaba nuestro excelente guía Valentín, quien dijo estar sorprendido con nuestro grupo por saber tanto sobre el tema. La exposición se llama “Las apariencias engañan” y al principio no entendí por qué le pusieron ese nombre. Después lo entendí. Primero observé en las fotos y documentales a una Frida fuerte, hermosa, vestida con sus coloridos trajes de Tehuana, representando nuestra cultura y folklore mexicano; sus trajes finos expuestos en vitrinas, su maquillaje y perfumes. Esa Frida de cejas pobladas y rostro delicado y bello me hizo sentir orgullosa y feliz de estar allí en el museo, conociendo más sobre ella. Conforme seguimos con el recorrido poco a poco pasé de la felicidad a la nostalgia al ver cómo en cada uno de sus cuadros reflejaba el dolor físico y emocional que estaba pasando en ese momento; pude ver los frascos de medicina que tomaba. Esos eventos que la marcaron, desde el accidente que la mantuvo postrada en la cama por meses, las infidelidades de su esposo, los abortos que tuvo, y los dolores en el cuerpo que sufriría de por vida. Entonces entendí el nombre de la exposición. Al ver sus cuadros recordé que cuando expuso en Francia se le consideró una artista surrealista, pero ella siempre lo negó por que ella decía que pintaba su vida llena de dolor pero en forma artística para que no fuera tan cruda y lastimosa como lo era su realidad.
Murió el 13 de Julio de 1954 y próxima a su muerte terminó una pintura que tituló “Viva la Vida”. A algunas compañeras y a mí nos gustó mucho este cuadro lleno de colorido con sandías cortadas en forma de estrellas, naranjas, plátanos, aguacates, cocos, y papayas, y nos llamó la atención la frase escrita: “espero alegre la salida y espero no volver jamás”.
Cuando terminó el recorrido de la exposición nos tomamos fotografías como grupo para el recuerdo y puedo asegurarles que todos nos quedamos felices de haber conocido más sobre una mujer que supo transformar su sufrimiento en arte y que su arte nos represente a los mexicanos en todo el mundo entero.
Recent Comments